Jesús fue llamado el Hijo de David
Uno de los títulos más honrosos y recurrentes de Jesucristo es el de Hijo de David. Este título vinculaba a Jesucristo con su origen real y hacía recordar a sus contemporáneos que estaban frente al legítimo rey de Israel o (como se colocó en su cruz a manera de cargo criminal) «el rey de los judíos«. Al estudiar el origen de Jesucristo es prudente examinar brevemente la descendencia inmediata de el rey David. El lector que la aborda por primera vez se lleva, sin embargo, la sorpresa de que esta se generó a través de varias esposas, convirtiéndose David en uno de los 18 ejemplos de matrimonio plural presentados en el Antiguo Testamento.
Un juicio justo para el rey David
Antes de juzgar al rey David apresuradamente por haber tenido varias esposas, debemos recordar que el matrimonio plural no sólo era habitual en ese tiempo, sino que también estaba considerado en la ley de Moisés, que proporcionaba incluso una regulación para evitar los abusos dentro del mismo (ver Deuteronomio 21:15-17; Éxodo 21:10 y Levítico 18:18). El rey David obró, pues, dentro de los límites permitidos de la ley de Dios en ese momento y era un hombre justo, tanto al principio, cuando fue elegido por Dios (Hechos 13:22), como al fin de su vida. La evaluación final de la vida completa del rey David se encuentra en el versículo siguiente:
Así que, al sopesar las obras de el rey David en nuestra mente, debemos considerar esta evaluación. Todas las obras del rey David fueron reconocidas y bendecidas por Dios, excepto la terrible transgresión en el caso de Urías.
El linaje del rey David
El linaje del rey David se nos entrega en dos episodios. Él primero tuvo esposas e hijos en Hebrón. Después tuvo más esposas y concubinas en Jerusalén, cuando mudó la capital para allá. Se nos proporcionan los nombres de todas las esposas e hijos que el rey David tuvo en Hebrón y sólo se puede derivar un listado parcial de las esposas e hijos que tuvo en Jerusalén. Además, los listados existentes nos hacen saber que no se están incluyendo los hijos de las concubinas de el rey David, por lo que carecemos de los nombres de ellos y de ellas.
De acuerdo con la descripción que tenemos, hallamos que se mencionan los nombres de ocho esposas, si bien, como dijimos, se omiten parcialmente los nombres de las esposas que tuvo en Jerusalén, así como los nombres de las concubinas. Los pasajes que nos describen las esposas e hijos del rey David son los siguientes:
A estos pasajes hay que agregar las anotaciones que se encuentran en 1 Crónicas 14:3-7 y en 2 Samuel 5:13-16; ya que allí se nos informa sobre las esposas e hijos que tuvo David en Jerusalén.
El caso de Quileab/Daniel
Al comparar entre sí estos pasajes notamos esencialmente la misma información, con sólo una pequeña diferencia en el nombre del segundo hijo. El erudito bíblico Adam Clarke nos saca de la duda, haciéndonos saber que se trata de la misma persona. El rey David se había casado con la viuda Abigail poco después de la muerte de su primer esposo.
En 2 Samuel 3:3 esta persona es llamada Quileab; probablemente tuvo dos nombres. El Targum dice “El segundo, Daniel, fue también llamado Quileab, porque en todo respecto se parecía a su padre”. El targumista se refiere aquí a la palabra כלאב ke-le-ab, como el padre. Jarchi dice que los dos nombres le fueron dados a esta persona porque David, habiendo tomado a Abigail inmediatamente después de la muerte de Nabal, no podía estar seguro sobre si este niño era el hijo de David o de Nabal, así que David le llamó דניאל Daniel, Dios es mi Juez, y כלאב Quileab, el que es como el padre; probablemente por la asombrosa semejanza que tenía con David, su padre. “Dios es mi Juez, no he adoptado al hijo de otro; ya que es enteramente como yo.
Adam Clarke, «Comentario de Adam Clarke sobre la Biblia»
Un recorrido visual por el linaje de el rey David
He elaborado la siguiente gráfica para ayudarte a comprender el linaje inmediato de David. Los cuadros que ves de morado representan a sus esposas y concubinas, mientras que los cuadros azules representan a sus hijos. De verde verás resaltado a Salomón, y está resaltado sólo para que no se te pierda, porque me imagino que querías saber por dónde andaba. Es conveniente que después de revisar el cuadro, que te dará una comprensión rápida, regreses a leer los pasajes mencionados. La combinación de un método visual con la lectura detallada tenderá a fijar en tu mente lo que aprendas.
Notitas al márgen
Cuando puedas, revisa las historias de algunos de sus hijos, especialmente las de Absalón y Tamar, que son cada una una tragedia. ¡Te llevarás muchas sorpresas!
Se había prohibido a los reyes tomar demasiadas esposas (Deuteronomio 17:17). Aparentemente, las de David no eran consideradas tantas, porque nunca tuvo un reproche sobre esto, y el Señor le indicó, a través del profeta viviente, que si hubiese continuado obediente podría incluso haberle dado más (ver 2 Samuel 12:7-8).
David delegaba mucha confianza a sus esposas y concubinas. Cuidar de la casa del rey no debió ser cosa ligera, de hecho debió ser algo que requirió el desarrollo de habilidades de liderazgo (2 Samuel 15:16).
Otra pequeña nota sobre la primera esposa. Mical no tuvo hijos del rey David. Ella era hija de Saúl, y era sumamente amada de David, que hizo lo imposible para estar a su lado. Lamentablemente, ella no tuvo en gran aprecio al rey David y llegó a menospreciarle con el tiempo. Como ves, cada una de estas esposas tuvo también una historia interesante (especialmente Mical, Abigail, Ahinoam y Betsabé). La siguiente imagen, del genial pintor James Tissot, representa a Mical, mirando a David por la celosía de una ventana.

Bueno, te dejo con el diagrama para que puedas revisarlo.
El diagrama prometido

La evaluación del Señor sobre la obra de David
Por medio del libro de Doctrina y Convenios llegamos a saber más sobre cómo es que el rey David recibió estas esposas y que fue a través de Natán, el profeta designado por el Señor en ese momento. David tuvo que recibir sus bendiciones a través de la autoridad necesaria, y no fue sino cuando quizo hacer las cosas a la brava y por su cuenta, dejando de lado la voluntad del Señor, que se arriesgó hasta perder sus bendiciones.
Esta revelación, recibida el 12 de julio de 1843, es la evaluación más reciente que tenemos sobre la obra del rey David y, como podemos ver, es completamente compatible con los pasajes bíblicos que hemos mencionado anteriormente, mostrando un testimonio unido, el de la Biblia y el de Doctrina y Convenios, sobre la obra y el parecer del Señor sobre David.
¡Qué carga la de David! Por supuesto, a nosotros se nos está indicando un mandamiento diferente, y estamos contentos con lo que nos ha tocado en nuestro tiempo.