«Recordemos que no se requiere un cuerpo perfecto para lograr el destino divino. De hecho, algunos de los espíritus más dulces están alojados en cuerpos frágiles o imperfectos. Las personas con desafíos físicos a menudo desarrollan una gran fuerza espiritual, precisamente por causa de sus desafíos». (Russell M. Nelson, Conferencia General de abril de 2012)