Cuando nos bautizamos como miembros de la Iglesia restaurada de Jesucristo, somos elegibles para recibir el don del Espíritu Santo. Si decidimos participar en esa ordenanza, los poseedores del Sacerdocio de Melquisedec ponen sus manos sobre nuestra cabeza y, después de confirmarnos miembros de la Iglesia, dicen estas palabras: “Recibe el Espíritu Santo”. Y, al igual que las victorias de campeonato, esto no sucede al azar. Estas palabras de la ordenanza no son un mandato para que el cielo nos envíe al Espíritu Santo, sino el consejo e instrucción de que nosotros debemos recibirlo.
Recibe el Espíritu Santo

El escritor David Butler explicó con claridad lo que significan las palabras "Recibe el Espíritu Santo", que se pronuncian durante la ordenanza de la confirmación.
Fuente
Esta es una ilustración tomada de
Lorem fistrum por la gloria de mi madre esse jarl aliqua llevame al sircoo. De la pradera ullamco qué dise usteer está la cosa muy malar.